13 de septiembre de 2012

Olvídala

- ¿Cómo hago compañero para decirle que no he podido olvidar? Que por más que lo intento sus recuerdos siempre habitan mi mente, que no puedo pasar siquiera un día sin verla desde lejos, que siento enloquecer al verle alegre y sonreír y no es conmigo... Yo sé que le falté a su amor tal vez porque a mí otra ilusión me sonreía y no pensé que sin ella en mi vida se me acabaría el mundo...
- Yo sé que estás arrepentido y duele pero ya no eres nadie en su vida... Ella encontró por quien vivir hoy y que la busques es un absurdo. ¡Olvídala!
- No es fácil para mí, por eso quiero hablarle. Y si es preciso, rogarle que regrese a mi vida...
- ¡Inténtalo!
- ¡Es que no quiero hacerlo! Si por dejar sus sueños me causa mil heridas.
- Olvídala mejor, olvídala. Arráncala de ti que ya tiene otro amor. Arráncala de ti que busca otra ilusión.
- Es que no no dejan los recuerdos. Si yo le enseñé amar, fui su primer amor. No sale de mis pensamientos, aún ella vive aquí dentro del corazón.
- Hermano es tu deber para luchar hacia quien no te quiere. A quien ya gracias a Dios ya te olvidó y encontró amor en su camino. No sé si por venganza, por rencor o porque tú no le convienes... O tal vez fue que nunca perdonó que tú le hirieras el camino. Mirar que tú jugaste a los amores cuando lo eras todo en su mirada...
- Yo sé que le falté. Debo pagarle, pero que me perdone.
- Yo a ella la vi llorar amargas noches cuando injustamente la cambiabas...
- Yo estoy arrepentido y quiero que ella olvide que tuve errores.
- ¡Olvídala!
- ¡Yo no lo quiero hacer! Lucharé por tenerla. Ella es cielo y estrellas... Ella es todo en mi vida. ¡La quiero! No te digo mentiras y aunque se pase el tiempo... Por ella doy la vida.

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