12 de junio de 2011

El fin del mundo.

- ¿Es posible que nos hayamos visto antes en alguna parte?
- Como sabes, en esta ciudad los recuerdos son muy poco precisos, terriblemente inciertos. Hay cosas que podemos recordar y cosas que no. Al parecer, tú perteneces al segmento de las cosas imposibles de recordar. Lo siento.
- No importa. No tiene la mayor importancia.
- Es posible que nos hayamos visto antes. Yo he vivido siempre en la ciudad y no es muy grande.
- Sí, pero yo he llegado hace sólo unos días.
- ¿Unos días? Entonces seguro que me confundes con otra persona. Yo he vivido aquí toda mi vida, jamás he salido de la ciudad. Debe de tratarse de alguien parecido a mí.
- Es posible. Pero a veces lo pienso, ¿Sabes? Me pregunto si, hace tiempo, no habremos vivido todos en un lugar completamente distinto, si no habremos llevado todos una vida completamente diferente. Y si, por una razón u otra, estas vivencias no se han borrado de nuestra memoria y vivios ignorándolas. ¿No lo has pensado nunca?
- Nunca. Pero es posible que se te ocurran estas cosas porque eres el lector de sueños. El lector de sueños piensa y siente de una manera muy distinta a los demás.
- No sé.
- Entonces, ¿Tú sabes qué hacías y dónde?
- No, no me acuerdo. Pero siento que hay algo. Tengo la certeza. Y también me da la impresión de que a ti te he conocido antes en otro lugar.


3 de junio de 2011

Digamos, por el placer de discutir que...

Decidamos, por ejemplo, que la Tierra no es un cuerpo esférico sino una enorme mesa de café. ¿Nos causa eso algún inconveniente en el plano de la vida cotidiana? Evidentemente, éste es un caso extremo y no se trata de ir cambiándolo todo a nuestro capricho. Sin embargo, la concepción arbitraria según la cual la Tierra es una enorme mesa de café eliminaría de un plumazo la infinidad de pequeños problemas, -sin ir más lejos, la fuerza de gravedad, las líneas de demarcación honoraria o el ecuador, entre otras frutalidades- derivados de la condición esférica del globo terráqueo. Porque, a una persona normal y corriente, ¿Cuántas veces va a preocuparle a lo largo de su vida la línea del ecuador?